jueves, 21 de abril de 2016

Nostalgia en el calendario

Los infiernos más desoladores cayeron sobre su persona en la forma de la soledad parcial más angustiosa y desconocida, sin encontrar por ningún rincón ese mar de tranquilidad que los apagara. Sin embargo, el reloj corrió más deprisa de lo que esperaba y la orilla se acercaba cada vez más, hasta que el fuego de los infiernos fue por fin sólamente humo. De tal forma, y con la nostalgia clavada en el alma, fue capaz de recordar el cielo más azul, las praderas más verdes y el aire más puro con la certeza de que ni éstos, ni los infiernos, volverían nunca a caer sobre él. El peso del calendario sólo le hizo recordar que un día todo existió, y que nada de ello se repetiría jamás de la misma forma que otrora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario