martes, 23 de mayo de 2017

De corazón y de mente

En ocasiones deseaba ser de otra forma, deseaba ser persona de mente. Veía siempre alegres a aquellos que limitaban su vida a la felicidad inmediata, momentánea. La felicidad de un ingreso económico, el sexo esporádico sin compromiso o el campeonato conseguido por su equipo. En ocasiones sabía que sería más fácil ser así, pero no podía. Tampoco quería, aunque en momentos puntuales pasara por uno de ellos. Pero tenía que haber algo mejor y, sobre todo, tenía que haber gente que como él, buscara eso que realmente le llenaba. Descubrir un disco de música que fuera eterno, una pasión interminable y a alguna persona que, como él, encontrara la verdadera satisfacción en este tipo de cosas. Quería apartar de una vez los malos pensamientos, pero precisamente ese era el precio a pagar por ser una persona de corazón. Sin embargo, tenía la seguridad de que la felicidad alcanzada por alguien así jamás sería conseguida y mucho menos entendida por un ser de mente. Ya no tenía tiempo para cosas que no tuvieran alma.