miércoles, 20 de febrero de 2019

El ave que salió de la cascada


Caminando por las verdes praderas de la tranquilidad, siempre distraído mirando el horizonte azul, me detuve a observar cascada abajo. El acantilado tenía el mismo aspecto de siempre y, en mi tozudez, estuve a punto de seguir mi camino. Fue entonces cuando vi de lejos al gran ave que, malherida esta vez, parecía querer decirme que no me fuera sin pararme a oírla. Salía despacio del agua donde estuvo oculta durante un largo tiempo, tratando de recuperarse de algún doloroso golpe que ella sola supo enterrar. Ahora, de nuevo con sus enormes alas desplegadas, me empuja hacia delante para que yo siga caminando por las verdes praderas y mirando el horizonte azul, pero oyendo sin parar la dulce melodía que sale de sus pulmones. Adiós, abanico, que llegó el aire.

jueves, 14 de febrero de 2019

Aires

"La tristeza no es lo peor que hay en este mundo pero sí es lo que más daño produce. A mí me da miedo la tristeza. Para mí la tristeza es mi gran enemigo. Hace ya algún tiempo que no estoy triste, y me siento mejor cuando sé que no vivo sólo para mí. Bueno, esto ha sido una paranoia para decir que aunque esté algún día triste, si me quieres va a salir un sol con dos rayos na' ma'."

(Migue Benítez, 'Cómo apretar los dientes', capítulo VI: 'Aires, armonías y amores').