jueves, 21 de abril de 2016

Nostalgia en el calendario

Los infiernos más desoladores cayeron sobre su persona en la forma de la soledad parcial más angustiosa y desconocida, sin encontrar por ningún rincón ese mar de tranquilidad que los apagara. Sin embargo, el reloj corrió más deprisa de lo que esperaba y la orilla se acercaba cada vez más, hasta que el fuego de los infiernos fue por fin sólamente humo. De tal forma, y con la nostalgia clavada en el alma, fue capaz de recordar el cielo más azul, las praderas más verdes y el aire más puro con la certeza de que ni éstos, ni los infiernos, volverían nunca a caer sobre él. El peso del calendario sólo le hizo recordar que un día todo existió, y que nada de ello se repetiría jamás de la misma forma que otrora.

martes, 19 de abril de 2016

La selva

Porque son mis amigos, y son tigres que rugen cuando me distraigo, y hay otros que son osos aún más fuertes. Y la fuerza de tantos tigres se equipara a la de los pocos osos, y acaban, entre todos, haciendo tanto ruido que hacen que me olvide de los peores lamentos de la selva, porque hasta el cuervo más fuerte se olvida de volar cuando los verdaderos animales gritan por encima. Soy todo y no soy nada, soy lo que doy y lo que me dan. No faltará nada mientras pueda, no faltará el verdadero espíritu en mi selva.