martes, 25 de octubre de 2016

Una razón para vivir

Bajo el silbido del pájaro de acero y las máquinas de la ciudad, sumido en la ligera brisa que aún baila a través de su ventana, revolotean destellos de batallas perdidas y de otras por ganar. La ociosidad y la necesidad de destruirla abarrotan su cabeza hasta perderse en un laberinto de maravillosos recuerdos de tiempos ahora en paradero desconocido. A pesar de sus miedos y cicatrices, sabe con certeza que nunca detendrá la incesante y esperanzadora búsqueda de sus razones para vivir.