sábado, 6 de julio de 2013

Genial y eterno Miguel Ángel Benítez


Como un gato callejero que amanece sin vida y se convierte en uno más que abandona este mundo. Como un anónimo que se va de la noche a la mañana y deja un vacío imborrable en miles de corazones. Así se fue el bicho que nació de los claveles. Aquel que mezcló medicina y mucho ruido para crear el estilo garrapatero. Nueve años después la luz del Lorenzo sigue siendo tan suya como en aquel 2001, la Luna sigue siendo su amante y nueve años después, lo seguimos recordando como el poeta garrapatero. El paso del tiempo amarillo sobre su fotografía no hará que olvidemos al verde de Jerez, al que encontraba la inspiración en una nube de pegatina, en los sapos verdes o en las golondrinas de los cables. En su mundo de colores se encontró con baches que truncaron su vida y terminaron llevándole camino del hoyo antes de lo esperado. Se sentía superior, sabía su final, subía la velocidad, llegó hasta ese final. La vara verde se quedó sin reina y se apagó la fumata del ladrillo. Se cerraron las puertas del antiguo teatro callejero y se plasmó su imagen en la pared inmortal de su madriguera. Nunca más se mojó en el canal y los hongos atascaron para siempre las cañerías. El aire de la calle se quedó mudo en ese verano pero su música volvió a reinar tanto por lo que tenía como por lo que estaba por venir. Porque vivir sin frenos le llevó al Edén donde, sin embargo, encontró la tranquilidad en su jardín. Su madre lo escucha a su vera, y nosotros siempre lo sentiremos cerca, porque hasta la colonia del ambiente huele a sus canciones. Cogió la senda de ida sin vuelta y solo nos queda el legado perfecto que nos deja su hermano, poco a poco, lentamente, para que fluya como el chorro, no muera y nos deje para siempre garrapatas en los oídos. 

 Nunca un artista que se fue tan joven logró que continuara cayendo fuego en el corazón de tantas personas. Por un lado, la pena de no haber podido verlo en directo. Por otro, la satisfacción de tener la caja de su mollera guardada en forma de vídeos, imágenes y canciones. El Migue está mas vivo que nunca, hoy que se cumplen nueve años de su marcha, y su memoria servirá de inspiración eternamente.