lunes, 3 de agosto de 2015

Utopía

Son como parásitos,
y son menos que nosotros,
vinieron igual que yo,
no entiendo su obstinación.

No merecen ni agua,
 ni una gota del petróleo
que roban a diario
sin importarles el calendario.

Mucho en manos de pocos,
otros comiéndose los mocos,
por no llamarle terrorismo
le pusieron capitalismo.

Se cura lo que conviene,
se soluciona lo que conviene,
y si hay que asolar la Tierra,
se hace, porque pueden.

¿Quién inventó el dinero?
¿Quién me convence
de que no puedo ir a donde sea
y coger todo lo que quiero?

Estúpida ciega humanidad,
cuando no haya nada que asediar,
ni personas que matar,
entonces nos lamentaremos,
pero ya no habrá vuelta atrás.

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