miércoles, 10 de agosto de 2016

Ave fénix

Mientras la tierra se llena de los más diversos animales bajo el reinado de los fuertes tigres, el cielo se abarrota de pájaros de todos los tamaños, formas y colores. Algunos me distraen, otros me emboban, a otros ni siquiera los veo, pero ninguno tapa el sol que me alumbra sin descanso. Sólo las grandes alas de un ave fénix al cual hace tiempo que perdí la pista podrían cubrir ese sol y, al ritmo que yo le marcara, bajar al suelo para elevarme de nuevo a lo más alto del otro mundo que habita en mi alma, para así emprender el camino de un retorno cuyo final nunca conoceré.

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